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En cada una de estas piezas únicas encapsulo costras de pintura que, al secarse y desprenderse, adoptaron formas semejantes al encaje. Aquí, la pintura deja de ser solo un medio para representar y se expone como materia en sí misma: vestigio, piel, huella.
 
Durante siglos, la historia del arte le asignó a la pintura la tarea de imitar —seda, cristal, plumas, piel—. En estos pequeños formatos, la desplazo de ese rol tradicional para exponerla como un fósil emocional: un vestigio del tiempo y de la existencia.
 
Con estas pequeñas cápsulas, (de 7 cm x 7 cm x 2 cm) me interesa señalar las dinámicas emocionales con el tiempo y el atesorar, muy propias de nuestro habitar humano. Cada una es un recordatorio de nuestras propias capas, de cómo el tiempo nos transforma, nos erosiona, nos enriquece, que hablan de lo que fue y de lo que permanece.
 
Cada obra va en una caja especialmente diseñada, junto a su certificado, la nota personal y el QR que lleva al audio explicativo.
 
Lista para ser un regalo o auto-regalo de lujo!
 
Al momento de esta oferta sólo quedan 15 de los 20 originales.